sábado, 24 de diciembre de 2022

Carlos Rojas brilla sobre el tatami

Nuestra región está repleta de extraordinarios atletas, y en todas las disciplinas. En las artes marciales, destaca el judoka tequeño Carlos Rojas.

Fue alumno del número 1 Jesús Rodríguez padre, también de la inigualable Carelys Aguilar, con quienes aprendió las técnicas y la disciplina necesarias para convertirse en uno de los mejores atletas de nuestro país.

Por su calidad siempre fue llamado a integrar las selecciones de Guaicaipuro y de Miranda. A su entidad la defendió exitosamente en todos los escenarios, y dos veces se tituló campeón en los Juegos Deportivos Nacionales Juveniles.

Por eso fue llamado a representar a Venezuela en juegos suramericanos, panamericanos, así como a los centroamericanos y del Caribe, eventos en los que siempre subió al podio, y en dos oportunidades hasta lo más alto.

Cumplida su etapa como competidor, decidió convertirse en entrenador. Se capacitó debidamente para forjar a los mejores, entre quienes brillan Roraima Rojas, campeona nacional 2005 y subcampeona de Venezuela 2006, Yarlitza Aranguren, Armando Maita, y el mejor de la división 31 kilos, Anthony Martins, quien fuera bicampeón panamericano.

A sus logros se suman los obtenidos como instructor en casi todas las ediciones de los Juegos Deportivos Comunales de Guaicaipuro. Asimismo, con las selecciones de Miranda en competencias invitacionales, y en los torneos que organiza la Federación Venezolana de Judo. Esa fue la razón por la que también se le ha pedido que dirija las selecciones de Venezuela. 

En la actualidad, continúa sus labores como maestro en el dojo del Parque Urquía, que funciona en su ciudad natal, y, paralelamente, se desempeña con juez de la FVJ. 


 

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