miércoles, 24 de mayo de 2023

León Piñero se lucía en el coleo

León Piñero nació en el asentamiento campesino Monte Oscuro, estado Aragua, pero desde que era un niño de 7 años se radicó en San Antonio de los Altos, y poco tiempo después se mudó para Paracotos, municipio Guaicaipuro.

Cuando cumplió 11 decide iniciarse en el coleo, inspirado en un gran atleta, Mario Gudiño, a quien admiraba por su seguridad y habilidades para ese deporte.

En la manga José Humberto Díaz Piqui aprendió el arte de colear, con la ayuda de Gudiño y de otros excepcionales atletas, quienes lo respaldaron porque observaron rápidamente que tenía un gran potencial.

Luego de participar exitosamente en algunos torneos locales y regionales, asiste a su primera contienda nacional, un campeonato categoría B que se disputó en Barquisimeto, en 1972.

En ese evento tomaron parte coleadores de todo el país con mucha más experiencia y edad que él, pues en la época no se realizaban competencias en la categoría infantil.

A pesar de las desventajas, se metió entre los mejores y gracias a sus actuaciones sobre el potro Tira poquito, Miranda, su equipo, obtuvo el subcampeonato. Otros que contribuyeron con ese resonante logro fueron Aníbal Bernal, “Cololo” Pantoja, Neco Díaz, Pedro Lucio Díaz, Miguel Briceño, Armando Uranga, y Shumer Moreno.

Fue tan bueno su desempeño en ese evento, que se le prohibió participar nuevamente en la categoría B, y desde entonces solo asistió como competidor a los torneos A, en los que siempre concluyó ubicado entre los mejores.

Recuerda con mucha emoción su actuación en la I Feria Turística y Agropecuaria de Laguneta de la Montaña, en 1982, competencia en la que obtiene la victoria con 7 coleadas efectivas y 8 nulas sobre el caballo Oreja e´ cochino. 

“Desde temprano se me había escapado mi caballo, y a solo dos horas para salir a la manga no lo había encontrado. Estaba muy preocupado y por eso le pedí a Dios que me ayudara a ubicarlo. A los pocos minutos unos niños pasan junto a mi, ellos estaban jugando, me acerqué y les pregunté si lo habían visto y me contestaron que a poca distancia, cerro abajo, unos agricultores portugueses amarraron a uno de color chocolate que estaba perdido. Entonces fui corriendo por un barranco y cuando llegué al sitio lo vi, le silvé, y rápidamente paró las orejas. Me vine volando para la manga y en el camino le prometí a Dios que en agradecimiento ganaría la competencia, y también, gracias a él, la gané”.

León Piñero considera que en el coleo es muy importante conocer al caballo, al que se debe amar, y por sobre todo se tiene que respetar a los demás atletas.

“Para ser coleador hay que tenerle amor a los caballos, ser muy responsable, serio, y actuar con profundo respeto en la manga, porque allí tenemos a muy buenos amigos. Los jóvenes coleadores de ahora lo que quieren es pelear en la manga, y enemistarse, pero se equivocan, pues el coleo no es para eso, es para disfrutarlo, es para hacer buenos amigos”.

Entre los premios más importantes que ha recibido están el de Personalidad del Año 2003, otorgado por la empresa www.toroscoleados.com, de Marcos Barrios, y la Orden Julián Martínez Fuentes en su primera clase, máximo galardón que entregaba a los mejores atletas de nuestra región el entonces Instituto Autónomo Municipal del Deporte y la Recreación de Guaicaipuro.

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