El tequeño Pedro Mijares, como casi todos los muchachos, jugaba baloncesto, voleibol, y tenis, pero se decidió por el beisbol. Es hermano de Roque Mijares, otro brillante deportista en la especialidad atletismo.
Para mejorar como pelotero contó entre sus maestros con el inigualable Ernesto “El Viejo” Aparicio, quien lo apreciaba mucho por su disciplina, constancia, asimismo por el respeto que en todo momento mostraba hacia sus compañeros y adversarios.
Fue muy buen jugador, tanto, que en incontables ocasiones representó a Guaicaipuro en campeonatos estadales, en los que resaltaba con el guante y mucho más al ataque.
Luego integró las selecciones de Miranda, con las que alcanzó repetidos triunfos en campeonatos nacionales en casi todas las categorías.
Formó parte de una incomparable camada de buenos peloteros de la localidad, entre quienes se cuentan los lanzadores Freddy Pérez y Ricardo Bogado, además de Jesús Tortolero y Héctor Mezones.
Con ese grupo Miranda hizo temblar a todos sus rivales entre los años 1973 y 1980.
Pero llegó el momento del retiro como jugador, y decidió convertirse en instructor.
Durante dos décadas estuvo al frente, junto a otro destacado técnico, Edgar Ferrer, del club de beisbol en el Instituto Tecnológico Venezolano del Petróleo, que tiene su sede en la ciudad del clima ideal.
Cerca de
trescientos muchachos de esa escuela arrollaron en todas las categorías en cada
torneo de
“Me siento muy feliz colaborando con la formación de la juventud venezolana”, comentó.
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