Rubén Sánchez se inició en el coleo cuando tenía 11 años. Fue en la manga Humberto José Díaz Piqui, en donde vio desempeñarse a su tío Frank Sánchez, otro verdugo de la especialidad, y además al que consideró como su padre, Alejandro “El Carrao” Domínguez.
Domínguez, al ver en aquel niño tanto interés por los toros coleados, decide enseñarle el oficio. Así el pequeñín encontró al maestro que rápidamente lo hizo coleador, para que en 1995, con apenas 13 años de edad, interviniera en su primer campeonato nacional categoría C, que se efectuó en la Manga Luis Esteban Pérez, de Los Teques.
En ese evento finalizó ubicado en la posición número 10, y de octavo el año siguiente en el Campeonato Nacional de Valencia, contienda en la que solo acumuló 3 puntos.
Los primeros resultados en su carrera jamás le hicieron disminuir el ánimo, todo lo contrario, lo estimularon, y siempre siguió hacia adelante. Durante los años siguientes jamás bajó de la décima posición en campeonatos nacionales, siempre codeándose con los mejores.
Por eso fue escalando posiciones, hasta que llegó a lo más alto del podio. Lo hizo en el Campeonato Nacional de Coleo de San Felipe, estado Yaracuy, efectuado entre el 29 de abril y el 1 de mayo del 2005. En ese evento nuestro muchacho se coronó como el mejor de Venezuela en la categoría C.
Su victoria significó mucho, porque Miranda no tenía un campeón nacional de coleo desde el año 1981.
“Salí a colear, como me enseñaron. Tenía ganas de ser campeón, se me presentó la oportunidad, y no la desperdicié. Mi llegua, La Rubí, se portó a la altura, y si ese título era para mí, simplemente era para mí y por eso lo alcancé. Lo disfruté mucho, sobre todo porque lo traje para Miranda, la tierra que me lo ha dado todo”, comentó.
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