Carmen “La Negra” Bustamante de Navarro integra la extensa lista de estrellas del deporte de nuestra región.
Nació en Valencia, pero
cuando apenas tenía 4 años se estableció en Los Teques, primero en el sector El
Trigo y luego en la calle Guaicaipuro, por Punta Brava.
Aunque entre sus
familiares no tenía a ningún deportista, ella desde pequeña se interesó por el
voleibol. Participó en varios torneos locales, en los que destacaba por su
garra y seguridad.
Cuando adolescente cursó
estudios en la Escuela Normal, que tenía su sede en la calle Roscio, donde una
vez funcionó la Embotelladora Golden Cup. En esa institución conoció a su
primer entrenador, Ernesto Mariño, con quien además de perfeccionar sus
técnicas para la malla alta, aprendió a jugar baloncesto.
Comenzaba la década de los 50, y en ese entonces no existían canchas en ninguna parte de la ciudad. Por eso practicaba en una de tierra, que más o menos tenía las medidas reglamentarias, y que el profesor Mariño acondicionó para que sus muchachas entrenaran al salir de clases.
Y les enseñó muy bien.
Pocos meses más tarde “La Negra” Bustamante y varias de sus compañeras de
estudio, como las hermanas Adrián, y Carmen Navarro, integraron el equipo de
baloncesto del Club Centro de Amigos, con el que reinaron en Guaicaipuro
durante muchos años.
Siempre verduga
Mantuvo al Club Centro de
Amigos siempre arriba de su sopita, el cinco de Mi Tesoro, que dirigía Armando
Morante padre, con el que mantenían mucha rivalidad.
Integró durante una
década las selecciones de Guaicaipuro, fue estrella del team Miranda en
incontables competencias nacionales, y por su calidad llegó a formar parte de
la selección de Venezuela.
Uno de sus logros con la
vinotinto, fue el alcanzado en el Campeonato Centro Americano y del Caribe de
1968, celebrado en Caracas, en el que finalizamos en la cuarta posición.
“Queríamos más, pero nos faltó un poquito de
suerte. Esa competencia fue dura de verdad”, recordó.
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