El ex peleador Edgar Román nació en Caracas, pero desde que era un muchacho se radicó en Los Teques.
Su primer maestro fue
Armando Camacho, quien en el año 1969 comenzó a formarlo en el Gimnasio La
Cañada, ubicado en el 23 de Enero, Distrito Capital. Rápidamente demostró que
sería uno de los mejores en el oficio, pues no se pelaba ni un solo entrenamiento
y además aprendía con facilidad a tirar golpes.
En 1970, y con apenas 15
años de edad, se titula campeón distrital peso gallo categoría C. Desde
entonces, arrasó con todos sus rivales en torneos realizados en diversos
rincones del país. Por eso, en 1974, es llamado a formar parte de la selección
nacional de Venezuela, honor que le fue negado durante los tres años previos
por haberle dado soberanas palizas a “Coquito” González y a Nelson Trujillo,
que eran los consentidos de los federativos.
Pero finalmente se hizo justicia, porque la afición, que deliraba por el coraje que Román exhibía en cada una de sus presentaciones, exigió su incorporación a la delegación que ese año nos representó en la Copa de los Reyes, en Tailandia. La prensa nacional también colaboró mucho para que se concretara su ingreso al team Venezuela, pues se hizo eco del clamor de los aficionados.
En ese debut
internacional, alcanzó la medalla de bronce, por la que protagonizó uno de los
más espectaculares combates del evento.
En 1977 volvió a vestirse
de vinotinto para otra excelente actuación en la Copa Estrallatta, en Bulgaria,
en la que finalizó primero, y ese mismo año ganó la Copa Cinturón de Oro,
disputada en Rumania, en donde dictó cátedras de buen pugilismo. Concluyó su
carrera amateur con 50 peleas ganadas y solo 8 perdidas.
Entonces saltó al
profesional, y en su tercera pelea obtiene resonante triunfo liquidando por
nocaut fulminante a Carlos Gutiérrez. Pero más adelante perdió ante Rafael
“Pantoño” Oronó.
Edgar Román peleó en 46
ocasiones como profesional, con 31 victorias, 14 perdidas, y 1 empate.
El combate que significó
su despedida del boxeo, lo protagonizó a 15 asaltos frente al colombiano
Arcelio Díaz, el 13 de agosto de 1988.
“Ya estaba muy cansado.
Por eso colgué los guantes”, recordó.
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