Armando Morante (hijo) dio sus primeros pasos en el deporte en 1956, cuando apenas tenía 8 años de edad. Formó parte de uno de los primeros equipos de beisbol de Los Teques, su ciudad natal, el Branca BBC, propiedad del maestro Yánez, en el que se destacó en el infield en varios campeonatos locales.
En el año 1957 decide practicar fútbol, y en una eliminatoria distrital
queda seleccionado para formar parte del equipo Santo Domingo Savio, con el que
durante dos temporadas consecutivas obtiene los premios como el mejor portero
del circuito, en la categoría infantil. Ocho meses más tarde su oncena
interviene en el Torneo Copa Comandante General de las Fuerzas Armadas, y
obtiene el subcampeonato.
En 1962 debuta en el baloncesto, e integra el poderoso equipo del Liceo Francisco de Miranda, con el que alcanza resaltantes victorias en torneos regionales.
Además, se destacó en el tenis. Se inició en esa disciplina cuando
adolescente, pues había logrado ingresar a la Escuela de Economía de la
Universidad Central de Venezuela. En esa casa de estudios participa en un
torneo para novatos, y logra conquistar las medallas de oro en individual, así
como en el dobles junto a Alberto Seijas.
Ya con un poco más de práctica interviene en el Campeonato Metropolitano
Copa UCV, en primera categoría, en el que conquista la medalla de oro en
singles, luego de vencer en un partido que duró casi 6 horas al experimentado
Gerardo Claret. En la actualidad, es instructor de la especialidad.
Armando funda su propia escuela
Armando se inicia en el submarinismo en el año 1972. Su primera escuela fue
el Club Explosub, pero luego aprendió más de esta disciplina realizando cursos
superiores, y en 1973 se hace instructor básico de buceo en la International
Divin Educators Association, pionera en los Estados Unidos. Posteriormente
obtiene el Master Instructor y el Training Instructor, máximos títulos en la
enseñanza de ese deporte.
El 11 de agosto de 1973 fundó su propia escuela de submarinismo, Casco
(Centro de Actividades Submarinas Coral), en cuya sede, ubicada en la capital
mirandina, dicta clases teóricas para luego hacer las prácticas en diversas
zonas de la costa venezolana.
Preocupado por una mejor enseñanza del submarinismo, decidió escribir
algunos libros, entre los que destacan Ética y profesionalismo del instructor
de buceo, Buceo desde embarcaciones, Buceo profundo, Reparación y mantenimiento
de equipos, El medio ambiente acuático, Búsqueda y recuperación, Buceo en
aeronaves hundidas, Buceo nocturno, y Orientación subacuática.
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