Guido Tiberi fue entrenador de fútbol, pionero en Los Teques. Desafortunadamente, ya no está físicamente con nosotros.
Llegó al estado Miranda en 1950, y desde entonces se dedicó a tiempo
completo a la formación de gimnastas, futbolistas, y nadadores, en el Instituto
Preorientación del Consejo Venezolano del Niño, que tenía su sede en donde
ahora funciona la estación del Metro Alí Primera.
Por su calidad como instructor, título adquirido en la Academia Profesional de Gimnasia de Rayano, La Aquila, en Italia, también fue llamado a impartir conocimientos en la Esguarnac Coronel Martín Bastidas Torres, de Ramo Verde, y en el Liceo San José.
En la prestigiosa casa de estudios católica enseñó el fútbol, su máxima
pasión, en donde encontró a muchos jóvenes con talento, a los que en corto
tiempo convirtió en los mejores jugadores del entonces Distrito Guaicaipuro.
Eran tan buenos, que arrasaron en los campeonatos estadales de 1961 en las
categorías infantil A y B. Unos años más tarde esos mismos muchachos dominaron
los torneos regionales en primera, segunda, y tercera categorías.
Por tan formidables logros, Guido Tiberi fue llamado por el IND Miranda
para que dirigiera a nuestra selección juvenil en el campeonato nacional de
1965, en el que obtuvimos la medalla de plata.
Guido Tiberi fue director técnico de las oncenas Casa D´ Italia, Don Bosco,
y Domingo Savio, entre otras de primera categoría.
Era tanta la pasión por su actividad, que a una fuente de soda que montó la
llamó Café Deporte. Estaba ubicada en el Bulevar Lamas. Allí se congregaba gran
cantidad de atletas de la región, entre ellos el famoso ciclista “Superman”
Moreno y el padre Rivolta, considerado el mejor futbolista de la Venezuela de
entonces.
Guido aseguraba que vio crecer a muy buenos jugadores y entrenadores.
Recordaba entre sus mejores alumnos a su hijo Giovanni, cuatro veces integrante
de la selección de Miranda, a Augusto Viso, consagrado estratega reconocido en
todo el mundo, y al atacante profesional Pedro Bravo.
“Pedro era un jugador excelente, fenomenal, pero individualista y hablaba
mucho. Todos le decían ´El Loco Próculo´. Ese es el mejor jugador que he
formado”, decía.
Sus incontables aportes a la comunidad fueron reconocidos siempre, y muy
especialmente en enero del 2004, cuando la Alcaldía de Guaicaipuro, durante la
administración de Raúl Salmerón, lo exaltó, en vida, a la galería de famosos
del Museo del Deporte José Ricardo “Zorro” Aquino.
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