David Grimán se inició en el pugilismo cuando era muy joven, tenía apenas 13 años. Su primer entrenador fue Ovidio Almeida, quien lo preparó en un espacio más o menos acondicionado que le habían cedido las autoridades regionales en el Estadio Guaicaipuro, en Los Teques, su ciudad natal.
Junto a él estrenaban otros talentosos niños, entre ellos los hermanos Eloy
y William Rojas. Eran los preferidos de Ovidio Almeida por su puntualidad,
garra, y condiciones innatas.
La experiencia y sabiduría del destacado maestro le permite percibir que
tenía entre sus alumnos a potenciales campeones mundiales, y por eso les dedica
sus mejores esfuerzos, trabajando todos los días sin descanso para enseñarles
el difícil arte de boxear.
Después de unos pocos meses de preparación y unas cuantas peleas internas, David hace su debut oficial en un torneo estadal infantil, y derrotando a todos sus oponentes se gana el puesto en la selección del estado Miranda que participó en el Campeonato Nacional Infantil Cumaná 1981.
En tierra sucrense David se titula campeón nacional en la división 37
kilos, dictando cátedras a rivales de todo el país, y tanto entrenadores de
otras regiones como directivos de la Federación Venezolana de Boxeo se dieron
cuenta rápidamente de que poseía las condiciones para llegar muy lejos.
Con esa actuación de David, y las de los hermanitos Rojas, que también se
titularon campeones nacionales, Miranda obtuvo la medalla de oro en ese evento,
relegando a la segunda posición al hasta entonces considerado máximo favorito,
el poderoso equipo del estado Sucre, entidad que desde esa oportunidad trabajó
y ha trabajado muy duro buscando desquitarse de aquella pela que le dimos, pero
hasta ahora, no lo ha logrado, pues superar a los gladiadores mirandinos no es
tarea fácil.
Fue tanta la euforia en Miranda por la victoria de sus noveles pugilistas,
que la seccional regional del Instituto Nacional de Deportes decide construir,
en la ciudad del clima ideal, nuestro primer gimnasio para boxeo, que es el
mismo que lleva hoy el nombre del dirigente Manuel Mota.
Como es obvio, las condiciones para realizar los entrenamientos mejoraron,
y podemos imaginarnos lo fácil que se le hacía a Ovidio Almeida continuar
enseñando a sus pupilitos.
Por la nueva instalación, y por contar con el mejor entrenador de nuestro
país, David Grimán continuó triunfando en todos los escenarios nacionales, y en
su época de adolescente es llamado por la FVB a integrar la vinotinto, que en
1983 participa en diversos eventos de gran jerarquía.
Una de sus primeras actuaciones internacionales fue en el Campeonato Suramericano de Argentina, en el año 1984, evento en el que conquistó la medalla de oro para brindarle a todos los venezolanos una inmensa satisfacción.
Era tan buen peleador, que jamás dejó de ser integrante de la selección
nacional, con la que asiste a las Olimpíadas Seúl 1988. En esa contienda pierde
su primera pelea ante Serafin Todorov, de Bulgaria, por una clara injusticia de
los jueces, y para tristeza propia y de todos sus compañeros de equipo, queda
eliminado quien pocos años más tarde se coronaría campeón universal.
Al regresar a su país, cree que ya ha llegado el momento de saltar al
profesional, y luego de varios combates que termina exitosamente, se presenta
su oportunidad de pelear por el título mundial peso mosca, y lo hace el 15 de
diciembre de 1992 contra su compatriota Aquiles "Tanquecito" Guzmán,
a quien derrota, por decisión, para ver realizado el sueño de todo buen
pugilista.
Luego de brillar en los cuadriláteros por todo el mundo, dedica su tiempo a
la formación de nuevos campeones.
Es TSU en Deportes, egresado de la Universidad Politécnica Territorial
Andrés Eloy Blanco (Uptaeb).
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