La tequeña Carelys Aguilar se inició en el judo cuando apenas tenía 13 años, y participó con éxito en cada torneo realizado en la capital del estado Miranda.
Su formación como atleta la recibió del sensei Hajine Kudo, quien al notar
en ella naturales condiciones físicas e incomparable voluntad, decidió
convertirla en la mejor de Venezuela.
En competencias distritales siempre brilló, por eso era pieza fija en las selecciones de Guaicaipuro, asimismo
en las de Miranda, con las que se impuso sobre los tatamis de todo el país entre
los años 1978 y 1985.
Gracias a sus actuaciones, era costumbre ver a las delegaciones gris y
amarillo finalizar entre las primeras en campeonatos y juegos deportivos
nacionales.
Por su garra y calidad, desde muy joven fue llamada a formar parte de las selecciones de Venezuela. Defendió al equipo vinotinto durante diez años consecutivos, y entre sus logros destacan las medallas de oro que alcanzó en juegos deportivos suramericanos, bolivarianos, también centroamericanos y del Caribe.
Resaltó, muy especialmente, en los Juegos Panamericanos 1983, disputados en
Caracas, evento en el que por primera vez una judoka venezolana subió a lo más
alto del podio.
Al retirarse de las competencias, Carelys decidió convertirse en
entrenadora, y al frente de las selecciones de su entidad continuó demoliendo a
cuantos rivales se atravesaban en su camino.
Entre sus mejores alumnos figuran los ex integrantes de las selecciones de
Venezuela Carlos Rojas, Allan Hernández, Vladimir Prado, y Jesús Rodríguez
hijo.
Posee el grado de 3er dan y es licenciada en Educación Integral, lo que
combina a la perfección para mantener al judo de Miranda en la posición de
vanguardia.
Su club funciona en el Gimnasio Luis Navarro, en la ciudad del clima ideal,
en donde continúa formando a extraordinarios atletas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario