Néstor Castro inició en Los Teques, cuando apenas era un niño de 9 años, su carrera en el voleibol.
Su primer maestro fue el inigualable docente de Educación Física Roberto
Segundo Tillero, quien lo preparó para que durante 6 años consecutivos
integrara las selecciones de Guaicaipuro. Luego representó a Miranda en
competencias nacionales.
Pero a los 15 años decidió hacerse entrenador, su máxima pasión. Esa labor
la comienza en el Seminario Santa María, luego pasó a la cancha de la
Urbanización El Rosario, en donde fundó, en 1970, el Club Gran Mariscal de
Ayacucho, en el que se formaron los más extraordinarios jugadores de nuestra
región.
En 1973 su organización cambió de sede y desde entonces presta sus servicios en el Gimnasio Luis Navarro.
Sus logros en torneos estatales son incontables, asimismo en el resto del
país. Vale destacar los alcanzados al frente de las selecciones gris y amarillo
en los juegos deportivos nacionales juveniles, en los que mandó entre los años
1992 y 1999. Fueron 7 años consecutivos de absoluto dominio mirandino.
Por tantos logros, en el año 2006 se le encomendó la tarea de conducir a la
vinotinto en las II Olimpíadas Cubanas.
Y su labor como dirigente es sobresaliente. Formó parte de la junta
directiva, desde su fundación, en el Instituto Regional del Deporte del Estado
Miranda, cuando en 1996 se concretó la descentralización del sector.
En ese ente se fajó por la masificación y para reivindicar a todos los
protagonistas de la actividad.
Además, en el año 2000, lideró al grupo que promovió la ordenanza para la
creación del Instituto Autónomo Municipal del Deporte y la Recreación de
Guaicaipuro.
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