miércoles, 1 de febrero de 2023

Héctor Manzanilla cerca del bronce en Beijing 2008

El tequeño Héctor “Bam Bam” Manzanilla, vecino del sector Vuelta Larga, se inició desde niño en el deporte. Prefirió el boxeo, que lo aprendió en el Gimnasio Manuel Mota.

Su maestro de siempre, Benicio Guacache, lo descubrió cuando apenas tenía 12 años, y en el 2001 lo hizo debutar en los I Juegos Deportivos Comunales de Desarrollo.

Para esa contienda se preparó muy bien, tanto, que de manera invicta se tituló campeón en la división 28 kilos.

Sus dotes de buen pugilista fueron perfeccionados por el experimentado entrenador, y en los II Judecom repite como campeón de su categoría. Esas actuaciones le sirvieron para que un año más tarde integrara las selecciones del municipio Guaicaipuro, y en corto tiempo también las del estado Miranda.

Luego de convertirse en el verdugo de toda la geografía mirandina, se consagró como el mejor de su división en el resto de nuestro país. Por eso es convocado por la Federación Venezolana de Boxeo para que integre la selección nacional, con la que brilla mucho entre los años 2003 y 2005 en eventos internacionales.

Su actuación cumbre con la vinotinto la cumplió tres años más tarde, en los Juegos Olímpicos de Beijing, en los que brilló en las eliminatorias del peso gallo, pero en el combate por la medalla de bronce cayó por decisión 13-9 ante Bruno Julio, de Islas Mauricio.

“Quería darle esa alegría a mi patria, pero en el segundo asalto, cuando yo estaba arriba en las tarjetas 6-5, en mi esquina me ordenaron atacar en lugar de defenderme para conservar la ventaja. Creo que eso fue un error”, recordó.

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